17.11.07

Embarazada??

Si eres adolescente y estás embarazada, no estás sola. Alrededor de medio millón de adolescentes dan a luz cada año. La mayoría de las adolescentes que tienen un bebé no planearon quedarse embarazadas. Es probable que te hayas sorprendido cuando te enteraste de que estabas embarazada o que hayas deseado que no fuera verdad. Tal vez hayas sentido pánico de contárselo a tus padres. Quizá te haya preocupado de qué manera esta situación podría afectar tus relaciones con tu familia, tus amigos y el padre del bebé. Anunciar que estás embarazada puede ser una de las situaciones más difíciles que tengas que afrontar.

Ya sea que te sientas confundida, preocupada, asustada o ansiosa, querrás saber cómo se modificará tu vida, qué puedes hacer para tener un bebé sano y qué hace falta para convertirse en una buena madre.

Lo más importante es que te cuides mucho, de modo que tanto tú como el bebé estén sanos en el futuro. Las muchachas que reciben la atención adecuada y toman las decisiones correctas tienen grandes posibilidades de tener bebés sanos.

Atención prenatal
Si estás embarazada, debes visitar a un médico lo antes posible para comenzar a recibir atención prenatal (asistencia por matrona(òn) durante el embarazo). Cuanto antes comiences a recibir atención de salud, mejores serán las posibilidades de que tanto tú como tu bebé estén sanos en el futuro.

Pídeles a tus padres, al consejero escolar o a algún otro adulto en quien confíes que te ayuden a encontrar qué recursos ofrece tu comunidad. En todos los consultorios o centros de salud familiar de tu comuna puedes consultar.

Durante la primera consulta, el matrón o matrona te hará una gran cantidad de preguntas, como la fecha de tu último período. De este modo, podrá calcular cuánto tiempo llevas de embarazo y para qué fecha esperas. Los matrones calculan la duración del embarazo en semanas. Es importante que recuerdes que la fecha de parto es estimativa. La mayoría de los bebés nacen entre 38 y 42 semanas después del primer día del último período menstrual de la mujer, o entre 36 y 38 semanas después de la concepción (cuando el esperma fertiliza al óvulo). Sólo un pequeño porcentaje de mujeres dan a luz en la fecha de parto estimada.

El embarazo se divide en tres fases, o trimestres. El primer trimestre abarca desde la concepción hasta el final de la semana número 13. El segundo va desde la semana 14 hasta la 26. El tercero comprende desde la semana 27 hasta el final del embarazo.

El matrón o matrona te examinará y realizará un examen pélvico, también realizará análisis de sangre, de orina y otros para verificar la presencia de enfermedades de transmisión sexual (STD por su sigla en inglés), lo que incluye un análisis de VIH, una afección cada vez más frecuente en las adolescentes. (Debido a que algunas STD pueden causar graves problemas en la salud de los recién nacidos, es importante recibir el tratamiento adecuado para proteger al bebé).

Se te explicará cuáles son los cambios físicos y emocionales que probablemente experimentes durante el embarazo. También te enseñará a reconocer los síntomas de posibles problemas (complicaciones) durante el embarazo. Esto es fundamental, porque las adolescentes corren mayores riesgos de atravesar ciertas complicaciones, como padecer anemia o hipertensión, sufrir un aborto y dar a luz antes de la fecha prevista (parto prematuro).

Tu matrona querrá que comiences a tomar vitaminas prenatales que contienen minerales como ácido fólico, calcio y hierro de inmediato, puede recetarte las vitaminas o puede recomendarte una marca que puedas comprar sin receta. Estos minerales y vitaminas contribuyen a garantizar la buena salud del bebé y la madre, además de evitar ciertos defectos de nacimiento.

Lo ideal es que visites a tu matrona(ón) una vez por mes durante el período que va de la semana 28 a la 30 del embarazo; luego, cada 2 ó 3 semanas hasta la semana 36, y una vez por semana hasta el parto. Si padeces de alguna enfermedad, como la diabetes, que requiere un seguimiento cuidadoso durante el embarazo, es probable que tu médico quiera verte con mayor frecuencia.

Durante la consulta, se controlará tu peso, la presión arterial , además de medir tu abdomen para ir registrando el crecimiento del bebé. Cuando los latidos del corazón del bebé puedan escucharse con un aparato especial, el matrón(a) los escuchará cada vez que lo visites, también te indique otros exámenes durante el embarazo, como un ultrasonidoo ecografias, para asegurarse de que el bebé está en perfectas condiciones.

También forma parte de la atención prenatal asistir a talleres donde las mujeres que están esperando un bebé aprenden cómo tener un embarazo y un parto saludables, además de cuáles son los cuidados básicos para el recién nacido. Es probable que estas clases se dicten en hospitales, centros médicos, escuelas y universidades de la zona donde vives.

Si a los adultos puede resultarles difícil hablar con el médico acerca de su propio cuerpo, esto es aún más difícil para las adolescentes. La función de tu matrona es ayudarte a que disfrutes de un embarazo saludable y tengas un bebé sano... y es probable que no exista nada que una mujer embarazada no le haya contado. Por lo tanto, no temas preguntar acerca de todo lo que necesites saber. Piensa en tu matrona como alguien que es no sólo un recurso, sino también un amigo en quien puedes confiar para hablar sobre lo que te está ocurriendo. Y sé siempre sincera cuando tu matrona te pregunte acerca de cuestiones que podrían afectar la salud de tu bebé.

Qué cambios puedes esperar en tu cuerpo
El embarazo genera muchos cambios físicos. Éstos son algunos de los más comunes:

Crecimiento de los pechos
El aumento de tamaño de los pechos es uno de los primeros signos de embarazo y los pechos pueden continuar creciendo a lo largo del embarazo. Es posible que aumentes varios talles de sostén durante el transcurso del embarazo.

Cambios en la piel
No te sorprendas si la gente te comenta que tu piel parece "encendida" cuando estás embarazada: el embarazo produce un aumento del volumen de la sangre, que puede hacer que tus mejillas estén algo más rosadas que lo habitual. Además, los cambios hormonales aumentan la secreción de las glándulas sebáceas, por lo que tu piel quizá luzca más brillante. Por la misma razón, el acné también es común durante el embarazo.

Entre otros de los cambios que generan las hormonas del embarazo en la piel, se encuentran unas manchas amarillentas o amarronadas que aparecen en el rostro, las que reciben el nombre de melasma, y una raya oscura que va del ombligo hasta el pubis, que se conoce como linea nigra.

Además, los lunares o las pecas que tenías antes del embarazo pueden aumentar de tamaño o volverse más oscuros. Incluso la areola, la zona alrededor del pezón, se vuelve más oscura. Las estrías consisten en líneas delgadas de color rosado o purpúreo que pueden aparecer en el abdomen, los pechos o los muslos.

Salvo el oscurecimiento de la areola, que suele ser permanente, estos cambios en la piel desparecerán después del parto.

Cambios de humor
Es muy habitual experimentar cambios de humor durante el embarazo. Algunas jóvenes pueden padecer de depresión durante el embarazo o después del parto. Si durante más de dos semanas presentas síntomas de depresión, como tristeza, cambios en los patrones de sueño o sentimientos negativos acerca de ti o de tu vida, consulta a tu médico para que te asesore acerca de empezar un tratamiento.

Molestias del embarazo
El embarazo puede causar algunos efectos secundarios molestos. Entre estas molestias, se incluyen las siguientes: náuseas y vómitos -en especial durante los primeros meses del embarazo-; hinchazón en las piernas; várices en las piernas y en la zona alrededor de la abertura vaginal; hemorroides; acidez y constipación; dolor de espalda; cansancio y problemas para conciliar el sueño. Si padeces de alguno de estos efectos secundarios, recuerda que no eres la única.y

refiere las molestias en tu control.

Lo que debes evitar
Si fumas, tomas alcohol o consumes drogas durante el embarazo, tanto tú como tu bebé corren el riesgo de tener problemas graves como fetos pequeños,con retardo en el crecimiento,hipertension,mayor posibilidad de desprendimiento de placenta y hemorragias.

Alcohol
En la actualidad,se considera que no es aconsejable beber ni una gota de alcohol durante el embarazo. Si tomas bebidas alcohólicas, puedes dañar al feto en desarrollo, y el bebé corre el riesgo de tener defectos de nacimiento y problemas mentales.

Fumar
Fumar durante el embarazo conlleva algunos de los siguientes riesgos: nacimiento de un feto muerto (cuando un bebé muere dentro del vientre de la madre), bajo peso del recién nacido (que aumenta la posibilidad de que el bebé tenga problemas de salud), bebés prematuros (que nacen antes de la semana 37) y síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS por su sigla en inglés). El SIDS es la muerte súbita, sin motivo aparente, de un bebé menor de un año.

Drogas
Consumir drogas ilegales, como cocaína o marihuana, durante el embarazo puede provocar abortos, partos de bebés prematuros y otros problemas de salud. Además, los bebés pueden nacer con una adicción a ciertas drogas.

Pídele a tu matrona o matrón que te ayude si tienes problemas para dejar de fumar, de beber alcohol o de consumir drogas. Consulta a tu médico antes de tomar alguna medicación durante el embarazo. Esto incluye los medicamentos que se venden sin receta, los preparados y complementos a base de hierbas, y las vitaminas.

Sexo no seguro
Si eres sexualmente activa durante el embarazo, debes usar un condón para evitar contraer una enfermedad de transmision sexual (STD en ingles). Debido a que algunas STD pueden provocar ceguera, neumonía o meningitis en el recién nacido, es importante que te protejas a ti misma y protejas al bebé. La actividad sexual puede realizarse durante el embarazo siempre que no produsca contracciones o sangrado vaginal.

Cómo cuidarte durante el embarazo
Alimentación
Muchas jóvenes se preocupan por el aspecto de su cuerpo y temen aumentar de peso durante el embarazo. Pero éste no es el momento de reducir las calorías o hacer una dieta, ya que estás alimentando a dos personas. No intentes ocultar que estás embarazada haciendo dieta: tanto tú como tu bebé necesitan de ciertos nutrientes para crecer adecuadamente. Si comes una variedad de alimentos saludables, bebes suficiente agua y reduces la comida chatarra, con alto contenido graso, ayudarás a que tanto tú como el bebé que está creciendo sean sanos.

Se suelen recomendar agregar alrededor de 250 calorías diarias a tu dieta, de modo de proporcionarle al feto en crecimiento una nutrición adecuada. Según el peso que tenías antes de quedar embarazada, deberías aumentar entre 11 y 15 kilos (25 a 35 libras) durante el embarazo, mayormente durante los últimos 6 meses. Tu matrona te aconsejará acerca de esto según tu situación particular.

Comer más fibras -de 20 a 30 gramos diarios- y beber suficiente agua pueden ayudar a evitar la constipación, uno de los problemas más comunes en esta etapa. Las frutas y los vegetales frescos, así como los panes integrales, los cereales o los pastelillos, son buenas fuentes de fibras.

Ejercicio
Hacer ejercicio durante el embarazo es bueno para tu salud en la medida en que elijas las actividades apropiadas. Se suelen recomendar actividades de bajo impacto, como caminar, nadar y yoga. Por lo general, deberían evitarse los deportes de contacto físico y las actividades aeróbicas de alto impacto, que plantean mayores riesgos de lesionarse. Asimismo, realizar un trabajo que implique levantar objetos pesados no es recomendable para las mujeres durante el último trimestre del embarazo. Habla con tu médico si tienes dudas acerca de qué tipo de ejercicios son seguros para ti y tu bebé.

Sueño
Es importante descansar mucho durante el embarazo. Durante los primeros meses de embarazo, intenta adquirir el hábito de dormir de costado. Acostarte de costado, con las rodillas dobladas, será la posición más cómoda a medida que avance el embarazo. Además, facilitará el funcionamiento del corazón, ya que el peso del bebé no ejercerá ninguna presión sobre la vena que transporta la sangre de regreso al corazón desde los pies y las piernas.

Se recomiendan de manera específica que las jóvenes embarazadas deben dormir sobre el costado izquierdo. Debido a que el hígado se encuentra en la parte derecha del abdomen, acostarse sobre el costado izquierdo ayuda a que el útero se mantenga alejado de este órgano y tambien circula mejor el torrente sanguineo por menor presión a la vena cava y aorta.

El estrés puede afectar el sueño. Tal vez, estés preocupada por la salud del bebé, por el parto o por cómo será desempeñar este nuevo rol de madre. Todos estos sentimientos son normales, pero pueden producirte insomnio. Consulta si tienes problemas para dormir durante el embarazo.

Salud emocional
Es común que las adolescentes embarazadas experimenten una variedad de emociones, como miedo, enojo, culpa y tristeza. Tal vez, te lleve algún tiempo adaptarte al hecho de que vas a tener un bebé. Significa un enorme cambio y es natural que las adolescentes embarazadas se pregunten si están listas para asumir las responsabilidades que implica convertirse en madres.

Los sentimientos de una joven suelen depender de cuánto apoyo reciba por parte del padre del bebé, su familia (y la familia del padre del bebé) y sus amigos. La situación de cada joven es diferente. Según cuál sea tu situación, quizá necesites buscar un mayor apoyo en personas que no formen parte de tu familia. Es importante que hables con aquellas personas que puedan apoyarte, orientarte y ayudarte a compartir y poner en orden tus sentimientos. Tu consejero escolar o tu matrona pueden orientarte para que encuentres los recursos que ofrece tu comunidad para ayudarte.

La escuela y el futuro
Algunas jóvenes planean criar a su bebé por sí mismas. En ocasiones, los abuelos u otros integrantes de la familia pueden ayudar. Algunas jóvenes deciden entregar a su bebé en adopción. Estas difíciles decisiones implican una gran dosis de coraje y preocupación por el bebé.

Las jóvenes que han terminado la enseñanza media tendrán mayores oportunidades de conseguir un buen trabajo y de disfrutar una vida más exitosa. En la medida de lo posible, debes terminar el liceo ahora ,en lugar de intentar retomar los estudios más tarde. Pídele a tu consejero escolar o algún adulto en quien confíes que te brinden información acerca de qué programas y clases ofrece la comunidad para adolescentes embarazadas.

Algunas comunidades cuentan con grupos de apoyo especialmente dedicados a padres adolescentes.Tal vez, un integrante de la familia o un amigo puedan ocuparse del bebé mientras estás en la escuela.

Los acontecimientos dan giros inesperados. Estos cambios suelen brindarte la posibilidad de aprender, de crecer y de desarrollar nuevas fortalezas. Si deseas mantenerte informada acerca de cómo criar a tu hijo, puedes leer libros, asistir a clases o consultar sitios de Internet confiables. Sincérate con tu familia y conversa con tus padres sobre esta nueva etapa de tu vida. Tu pediatra, tus padres, los integrantes de tu familia y otros adultos pueden orientarte cuando estás embarazada y cuando te conviertes en madre.

extraido y revisado desde www.kidshealth.org

10.11.07

Automutilación...Forma de desahogarse??

La mamá de Carola notó por primera vez los cortes una noche, mientras su hija estaba lavando los platos.Carola le dijo a su mamá que el gato la había arañado. A su mamá le sorprendió que el gato hubiera sido tan brusco, pero se olvidó del asunto.
Las amigas de Carola también habían notado algo extraño. Incluso cuando hacía calor, Carola usaba camisas de manga larga. Además, se había vuelto reservada, como si algo la perturbara. Sin embargo, Carola parecía no poder encontrar las palabras para contarles a su mamá y sus amigas que las marcas en sus brazos eran producto de algo que ella había hecho. Se cortaba con una navaja cuando se sentía triste o perturbada.
¿Qué es cortarse?
Cortarse es lastimarse a propósito haciéndose rasguños o cortes en el cuerpo con un objeto lo suficientemente filoso como para abrir la piel y hacerla sangrar. Cortarse es un tipo de herida autoinfligida (SI por su sigla en inglés). Cortarse es más común en las jóvenes, pero algunos varones también se provocan heridas a sí mismos. Las personas suelen hacerse cortes en las muñecas, los brazos, las piernas o el abdomen. Algunas personas se provocan heridas quemándose la piel con la colilla de un cigarrillo o con un fósforo encendido.
Cuando los cortes o las quemaduras se curan, suelen dejar cicatrices o marcas. Las personas que se lastiman a sí mismas suelen ocultar los cortes y las marcas, y a veces nadie más se entera.
El hecho de que las personas se provoquen heridas no es algo nuevo. Tampoco es una conducta muy común. Sin embargo, en los últimos tiempos, se está hablando más del tema. Cuando las jóvenes y los varones escuchan hablar sobre el tema, quizá sienten curiosidad y quieren saber por qué algunas personas se lastiman a sí mismas. Debido a que tiene algo de prohibido, algunos adolescentes quizá piensen que cortarse podría hacerlos parecer más audaces, maduros o populares.
Ya que se habla tanto del tema, cortarse podría parecer la última moda. Sin embargo, se trata de un problema grave.
¿Por que las personas se hacen cortes?
Quizá resulte difícil entender por qué las personas se cortan a propósito. Cortarse es lo que los expertos denominan un mecanismo de resolución no saludable. Esto significa que las personas que se cortan a propósito no han desarrollado mecanismos sanos para manejar las emociones fuertes, la presión intensa o los problemas de relación que provocan bastante tristeza.
Existen muchas maneras buenas y sanas de afrontar las dificultades, como conversar con los padres, con otros adultos o con los amigos; colocar los problemas en perspectiva y hacer mucho ejercicio. Pero las personas que se cortan no han desarrollado estas habilidades. Cuando las emociones no se expresan de manera sana, la tensión comienza a crecer hasta un punto en que, a veces, se vuelve insoportable. En general, cortarse es un intento de aliviar esa tensión extrema; es una manera destructiva de sentir que uno tiene el control. Ésta es una de las razones por las cuales los adolescentes jóvenes son los más propensos a cortarse.
El impulso de cortarse quizá surja a raíz de sentimientos intensos que la persona no es capaz de expresar, como enojo, pena, vergüenza, frustración o depresión. Las personas que se cortan suelen manifestar su sensación de que no encajan en ningún lado o que nadie las comprende. Una persona podría cortarse por la pérdida de un ser querido o para librarse de una sensación de vacío. Cortarse podría parecer la única manera de encontrar alivio o el único modo de expresar el dolor personal por las relaciones o a causa de un rechazo.
A veces, las personas que se cortan o se lastiman a sí mismas padecen de otros problemas mentales que contribuyen a su tensión emocional. En ocasiones (pero no siempre), cortarse es un fenómeno asociado con la depresión, el trastorno bipolar, los trastornos de la alimentación, las ideas obsesivas o las conductas compulsivas. También puede ser un indicio de problemas mentales que hacen que a las personas les resulte difícil controlar sus impulsos o evitar situaciones de riesgo. Algunas personas que se cortan a sí mismas tienen problemas de abuso de alcohol o drogas.
Algunas personas que se cortan han sufrido una experiencia traumática, como vivir situaciones de violencia, una catástrofe o abuso. Lastimarse a uno mismo es una manera de "despertar" de una sensación de adormecimiento después de una experiencia traumática. O podría ser un modo de volver a infligirse el dolor que han experimentado, expresar el enojo que les produce o intentar dominarlo.
¿Qué puede ocurrirles a las personas que se cortan?
Si bien es probable que cortarse brinde un alivio temporal de un sentimiento terrible, incluso las personas que se cortan están de acuerdo en que no es una buena manera de conseguir ese alivio. En primer lugar, el alivio no es duradero, ya que los problemas que llevaron a las personas a cortarse no desaparecen, sino que simplemente se ocultan.
Las personas no suelen tener la intención de lastimarse irreparablemente cuando se cortan. Además, en general, no quieren seguir cortándose una vez que han empezado. Pero ambas situaciones son posibles. Es posible calcular mal la profundidad de un corte y hacerlo tan profundo que requiera puntos (o, en casos extremos, hospitalización). Los cortes pueden infectarse si una persona utiliza un instrumento que no sea estéril o esté sucio, como navajas, tijeras, alfileres o incluso el borde filoso de la lengüeta de una lata de gaseosa.
La mayoría de las personas que se cortan no están intentando suicidarse. Cortarse suele ser el intento de una persona de sentirse mejor y no de ponerle fin a todo. Aunque algunas personas que se cortan sí intentan suicidarse, esto se debe a los problemas emocionales y sufrimientos que subyacen a su deseo de lastimarse y no al hecho de cortarse.
En ocasiones, cortarse se convierte en un hábito. Puede convertirse en una conducta compulsiva, lo que significa que cuanto más se corta una persona, más necesidad siente de hacerlo. El cerebro comienza a asociar la falsa sensación de alivio del sufrimiento con el acto de cortarse y ansía este alivio cuando se presenta el siguiente conflicto. Cuando cortarse se convierte en una conducta compulsiva, es posible que parezca imposible detenerse. Por eso, cortarse quizá se parezca a una adicción. Una conducta que comienza como un intento de sentirse en control tal vez termine controlándote.
¿Cómo comienza uno a cortarse?
Cortarse suele comenzar como un impulso. No es algo en lo que la persona piense por adelantado. Shauna afirma lo siguiente: "Comienza cuando sucede algo muy triste y uno no sabe cómo hablar de eso o qué hacer. Pero resulta imposible sacarse de encima esa sensación de tristeza y el cuerpo siente como un nudo causado por el dolor emocional. Cuando quieres darte cuenta, estás cortándote. Entonces, de algún modo, estás en otro lado. Por lo tanto, la próxima vez que te sientes mal por algo, vuelves a intentarlo y poco a poco va convirtiéndose en un hábito".
Yocelyn, una alumna de undécimo año que comenzó a cortarse cuando tenía entre 12 y 14 años, explica que era una forma de olvidarse de los sentimientos de rechazo e impotencia que sentía que no podía soportar. En un principio, no consideré que fuera algo tan malo. Era sólo mi mecanismo para escaparme de una situación que me hacía sentir muy mal. Sin embargo, una parte de mí debía saber que estaba haciendo algo malo, porque siempre lo ocultaba. Cierta vez una amiga me preguntó si estaba cortándome y yo no pude decirle que sí, porque me dio vergüenza".
En ocasiones, las heridas que una persona se autoinflige afectan su imagen corporal. Jen dice lo siguiente: "A mí me gustaba verme las heridas. Como me sentía mal cuando empezaban a curarse, volvía a cortarme para 'renovarlas'. Ahora comprendo que esto parece una locura, pero en ese momento me parecía absolutamente razonable. Esos cortes eran algo sobre mí que sólo yo sabía. Eran algo así como mi modo de controlar las situaciones. Ya no me corto, pero tengo que hacer frente a las cicatrices".
No se puede obligar a alguien a que no se lastime a sí mismo. No sirve de nada enojarse con un amigo que se corta, rechazarlo, darle un sermón o rogarle que deje de hacerlo. Por el contrario, hay que hacerles saber a esas personas que uno está preocupado por ellas, que se merecen estar saludables y felices, y que nadie tiene por qué afrontar sus problemas sin ayuda.
Cortarse: ¿la nueva moda?
Los adolescentes que se lastiman a sí mismos suelen estar enfrentando problemas graves. Muchos trabajan arduamente para superar estos problemas. Entonces, les cuesta creer que algunos adolescentes se corten sólo porque creen que es un modo de parecer fuerte y rebelde.
Rita intentó cortarse porque un par de jóvenes de su escuela se cortaban. Ellas la presionaron. "Sentía que, si no lo hacía, ellas pensarían que tenía miedo o algo parecido. Entonces, lo hice una vez. Pero cuando me estaba yendo pensé que no tenía sentido hacerme algo así sin ningún motivo. Cuando volvieron a pedírmelo, les dije que eso no era para mí".
Si un amigo te sugiere que pruebes cortarte, dile lo que piensas. ¿Por qué dejar que te arrastren hacia algo que sabes que no es bueno para ti? Existen muchos otras maneras de expresar quién eres. (¡No ceder frente a la presión de tus pares es una de ellas!)
Ingrid se infligió cortes durante tres años debido a los malos tratos que había recibido cuando era una niña. Ahora tiene 16 años y hace más de uno que no se corta. "Me siento orgullosa", comenta Lindsay. Por eso, cuando escucho a otras jóvenes hablar de eso como si fuera una moda pasajera, me molesta".
Cómo conseguir ayuda
Existen mejores maneras de enfrentar los problemas que cortarse. Son mecanismos más saludables y duraderos que no dejan cicatrices físicas ni emocionales. El primer paso es conseguir ayuda para resolver los problemas que llevaron a los cortes. Aquí hay algunas ideas que seguramente resultarán útiles:
1. Cuéntaselo a alguien. Las personas que han dejado de cortarse suelen decir que el primer paso es el más difícil: admitir que uno se corta o hablar sobre el tema. Pero también sostienen que después de haber hablado sobre el tema, suelen sentir una gran sensación de alivio. Elige a alguien en quien confíes para hablar por primera vez del tema (uno de tus padres, un consejero escolar, un profesor, un entrenador o una enfermera). Si te resulta demasiado difícil hablarlo personalmente, escribe una nota.
2. Identifica el problema que está originando los cortes. Cortarse es un modo de reaccionar ante la tensión o el dolor emocional. Intenta descubrir cuáles son los sentimientos o situaciones que hacen que te cortes. ¿Es el enojo? ¿Es la presión de ser perfecto? ¿Es una relación conflictiva? ¿Es una situación traumática o una pérdida dolorosa? ¿Son las críticas destructivas o los malos tratos? Identifica qué problema tienes y luego cuéntaselo a alguien. A muchas personas les resulta difícil descubrir cuál es el problema sin ayuda. Es entonces cuando un profesional de la salud mental resulta de gran ayuda.
3. Pide ayuda. Cuéntale a alguien que deseas buscar ayuda para resolver tus problemas y el tema de los cortes. Si la persona con la que hablaste no te ayuda a encontrar la ayuda que necesitas, habla con alguien más. En ocasiones, los adultos intentan minimizar los problemas que tienen los adolescentes o creen que se trata sólo de algo pasajero. Si tienes la sensación de que esto es lo que te sucede, acude a otro adulto (como un consejero escolar o una enfermera) que puedan ayudarte a encontrar asistencia.
4. Ocúpate del problema. La mayoría de las personas que padecen angustias o dolores emocionales profundos necesitan trabajar con un consejero o un profesional de la salud mental para analizar los sentimientos intensos, sanar viejas heridas y aprender mejores maneras de afrontar las tensiones de la vida. Si quieres concertar una entrevista con un terapeuta o un consejero, solicita la información pertinente en el consultorio de tu médico, en la escuela o en una clínica de salud mental de tu comunidad.
Cómo resistir el impulso de cortarse
Muchas personas que consiguen manejar los problemas que los llevaron a cortarse no logran dejar de sentir el impulso de hacerlo. Por lo tanto, resulta útil contar con algunas ideas sobre cómo resistir en esos momentos en los que te invade la tensión emocional. En primer lugar, intenta ser consciente de cuáles son las situaciones que podrían originar el impulso de cortarte. Debes comprometerte a que esta vez no seguirás tu impulso, sino que harás otra cosa. Luego planifica qué harás en lugar de cortarte cuando sientas el impulso. Los expertos recomiendan las siguientes alternativas para superar el impulso de cortarse:
frota un cubo de hielo sobre tu piel en lugar de cortarte
toma un vaso de agua
llama a un amigo o una amiga
toma una ducha
vete a caminar o a correr
haz ejercicio
mira televisión
juega con tu mascota
dibuja, garabatea o pinta sobre un papel
corta o rompe en pedazos un papel
escucha alguna música que te cambie el ánimo
dibuja sobre tu piel con una lapicera roja, en el lugar donde podrías cortarte
Si bien cortarse es un hábito que tal vez resulte difícil de eliminar, no es imposible. El hecho de que una persona busque ayuda profesional para superar el problema no significa que sea débil ni que esté loca. Los terapeutas y los consejeros están capacitados para ayudar a las personas a encontrar dentro de sí la fortaleza que les permitirá curarse. Entonces, recurrirán a esa fortaleza para afrontar los problemas de la vida de una manera saludable.
Revisado por:
D'Arcy Lyness, PhD

el Cuidado de tu piel

A veces parece como si fuera imposible mantener tu piel a raya, sobre todo cuando te levantas con un enorme grano en la nariz o un "fuego" en la comisura de la boca. La buena noticia es que hay formas de prevenir y tratar los problemas de la piel más habituales — aquí tienes algunos consejos.
Acné
Los granos salen cuando los poros de la piel se obturan con un tipo de grasa llamado sebo, que lubrica la piel y el pelo. El acné es habitual durante la
pubertad, cuando las hormonas de desbocan, haciendo que la piel produzca un exceso de sebo. Puesto que muchas de las glándulas productoras de sebo se encuentran en la frente, la nariz y la barbilla, esta área — la zona T — es donde salen más granos.
He aquí algunos consejos para prevenir los brotes de acné y para conseguir que remitan lo antes posible:
Lávate la cara dos veces al día (no más) con agua templada tirando a caliente y un jabón suave fabricado específicamente para personas con acné. Masajéate suavemente la cara describiendo movimientos circulares. No te frotes la cara. Lavarse demasiado y frotarse la piel puede irritarla. Después de la limpieza, la Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda aplicar una loción de venta sin receta que contenga peróxido de benzoilo.
No te revientes los granos. Es tentador, pero aquí tienes por qué no debes hacerlo: al reventarte un grano, puedes empujar material infectado hacia capas más profundas de la piel, provocando más inflamación y enrojecimiento, e, incluso, cicatrices. Si te sale un grano justo antes de un acontecimiento o celebración importante, como una fiesta de fin de curso, probablemente un dermatólogo podrá tratártelo con menor riesgo de que se te infecte o te deje cicatriz.
Evita tocarte la cara con las manos o apoyarla en objetos que tienden a acumular sebo y residuos de la piel, como el auricular del teléfono. Al tocarte la cara, puedes dispersar las bacterias que hacen que los poros se inflamen e irriten. Para mantener las bacterias a raya, lávate las manos antes de ponerte nada en la cara, como cremas o maquillaje.
Si llevas gafas, sean graduadas o de sol, asegúrate de limpiarlas a menudo para evitar que la grasa obture los poros que hay alrededor de los ojos y la nariz.
Si tienes acné en otra parte de cuerpo, evita llevar prendas ajustadas, que no dejan respirar a la piel y pueden provocar irritación. Tal vez te convenga también evitar las bufandas, fulares, cintas para la cabeza y gorros, que tienden a acumular grasa y suciedad.
Desmaquíllate antes de irte a dormir. Cuando compres maquillaje, elige aquellos productos en cuya etiqueta o caja ponga que son "no comedogénicos" o "no acnegénicos". Tira el maquillaje viejo que huela o tenga un aspecto diferente a cuando lo compraste.
Lleva el pelo limpio y evita que entre en contacto con el rostro, para evitar que la grasa y suciedad contenida en el pelo te obture más los poros de la piel.
Protégete la piel del sol. Puede parecer que el bronceado disimula el acné, pero sólo se trata de algo temporal. El bronceado puede hacer que el cuerpo produzca más sebo, lo que puede empeorar el acné, en vez de mejorarlo. El sol también provoca lesiones en la piel que, a la larga, fomentan la aparición de arrugas e incrementan el riesgo de cáncer de piel.
Si te preocupa el acné, habla con un dermatólogo. Los dermatólogos ofrecen diversos tratamientos que ayudan a prevenir y a controlar el acné y las
marcas o cicatrices del acné. Un dermatólogo puede encontrar el método de tratamiento que sea más adecuado para ti y te puede dar muchos consejos útiles para controlar el acné y cuidar de tu tipo de piel. Algunos salones de belleza, gimnasios y centros de hidroterapia cuentan con especialistas en la piel, llamados esteticistas, que te pueden dar consejos y aplicar tratamientos para la piel.
El sol y la piel
Cuando estamos al aire libre, todos sabemos que debemos protegernos la piel del sol y sus rayos nocivos. Por supuesto, es imposible evitar el sol — ¿a quién le apetece encerrarse en casa todo el verano cuando se está tan bien haciendo cosas al aire libre? Además, no todo lo relacionado con el sol es malo: la luz solar ayuda a nuestro organismo a producir vitamina D. O sea que sigue estos consejos cuando estés en el exterior para controlar la exposición al sol:
Ponte un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de por lo menos 15, incluso cuando esté nublado o no hayas planeado pasar mucho tiempo al aire libre. Si te mojas, por ejemplo cuando vas a nadar al mar o a una piscina descubierta, repite la aplicación de la crema protectora (incluso si es resistente al agua) cada 2 o 3 horas.
Elige una crema de protección solar que retenga tanto los rayos UVA como los UVB. Busca expresiones como "protección de amplio espectro" o protección UVA, aparte de un FPS o IP de 15 o superior. Elige una crema solar que sea "no acnegénica" o "no comedogénica" para ayudar a mantener limpios los poros de la piel.
Los rayos solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, de modo que, durante esas horas, repite la aplicación de la crema solar frecuentemente y, a ser posible, resguárdate del sol. Cuando tu sombra sea más larga que tu estatura, será más seguro exponerte al sol (de todos modos, también entonces deberás ponerte crema protectora).
Utiliza más protección solar (un FPS más alto) cuando estés cerca de superficies reflectantes, como el agua, la nieve o el hielo.
Todos sabemos que el sol puede provocar lesiones en la piel, ¿pero sabías que también puede provocar problemas oculares? Protégete la cara y los ojos con un gorro con visera o un sombrero, y ponte gafas de sol que tengan un 100% de protección UV.
Algunos medicamentos, como los fármacos que se recetan para el acné y los anovulatorios (píldoras anticonceptivas), pueden incrementar la sensibilidad al sol, o sea que, si te estás medicando con alguno de estos fármacos, aumenta la protección solar.
Si te gusta estar moreno, intenta simular el bronceado con autobronceadores o tratamientos de belleza. De todos modos, evita broncearte con rayos UVA, porque, aunque los fabricantes de los aparatos que los irradian aseguran que no proyectan rayos UVB, los rayos UVA también son nocivos.
Herpes labial
Los herpes labiales son las vesículas o úlceras que salen en los labios y las comisuras de la boca, también conocidas como "calenturas" o "ampollas febriles". Están provocadas por un tipo de virus del herpes (el HSV-1, que en la mayoría de los casos no se transmite sexualmente), por lo que se puede contagiar de una persona a otra. Una vez que contraes este virus, permanece en tu organismo, lo que significa que te saldrán úlceras en los labios de vez e cuando a lo largo de toda tu vida. Aquí tienes algunas formas de evitar que te salgan este tipo de úlceras (o te vuelvan a salir si ya las has tenido previamente).
Evitar contraer inicialmente la infección no compartiendo protectores labiales, cepillos de dientes o bebidas con personas que pueden estar infectadas por el virus. El virus que provoca el herpes labial se transmite por la nariz (a través de los mocos) y la boca (a través de la saliva).
La gente que ya ha contraído la infección sabe que ésta se puede reactivar cuando se expone demasiado al sol, en situaciones de
estrés o cuando cae enferma. ¡Otra razón más para ponerse abundante crema de protección solar, alimentarse bien, hacer ejercicio y dormir lo suficiente!
Si te sale un herpes labial, he aquí algunos consejos para atenuar los síntomas:
Si las úlceras son dolorosas, toma acetaminofeno o paracetamol, o ibuprofeno.
Chupa polos o cubitos de hielo para mitigar el dolor y mantener frías las "calenturas".
Evita los alimentos ácidos (como las naranjas, los tomates y la limonada), así como los alimentos salados o especiados, que pueden provocar irritación.
No te toques o te revientes las úlceras. Podrían sangrar e infectarse con bacterias.
Generalmente, las úlceras desaparecen por sí solas al cabo de una semana o dos. Pero si te salen frecuentemente o te dan problemas, habla con tu médico de cabecera o tu dermatólogo. Tal vez te recete algún medicamento para aliviarte los síntomas y acortar su duración.
Eccema
El eccema es un trastorno caracterizado por la resecación, enrojecimiento y picor de la piel. Si tienes eccema, tal vez te hayas dado cuenta de que eres proclive a que te salgan erupciones asociadas a picor — sobre todo en partes del cuerpo como los pliegues de los codos y rodillas, el cuello y la cara. Los síntomas del eccema varían de una persona a otra. Aunque el eccema no se puede curar definitivamente, hay formas de evitar que se reactive:
Evita los detergentes fuertes, los jabones perfumados y las lociones que tengan mucha fragancia, pues tienden a irritar la piel y a reactivar el eccema.
Puesto que el agua tiende a resecar la piel, daté duchas o baños breves con agua templada tirando a caliente. Si tienes que mantener las manos dentro del agua durante un buen rato (por ejemplo, para fregar los platos o lavar el coche), ponte guantes.
Ponte crema hidratante regularmente para prevenir los picores y la sequedad. Las cremas generalmente hidratan un poco más y sus efectos duran más que los de las lociones en la mayoría de personas. Las cremas hacen más efecto cuando se aplican con la piel un poco húmeda, justo después del baño o la ducha.
Ten cuidado con el tipo de tejidos que llevas. El algodón va bien porque es suave y transpirable. Intenta evitar tejidos como la lana o la fibra sintética, que pueden provocar irritación o reacciones alérgicas.
Controla el estrés. Puesto que el estrés puede reactivar el eccema, prueba actividades como el yoga o andar después de un día largo para mantener el estrés a niveles bajos.
Si utilizas maquillaje, elige aquellas marcas que no contengan tintes ni fragancias, que pueden empeorar el eccema.
Si el eccema te da problemas, habla con un dermatólogo. Él te indicará formas de controlarlo mejor.
Otros problemas de la piel
Las Verrugas son infecciones que afectan a áreas reducidas de la piel provocadas por virus de la familia del papiloma humano (VPH). No hay ninguna forma de evitar que aparezcan las verrugas (salvo evitando el contacto con personas que ya las tienen), pero, si tienes verrugas, no te las frotes, revientes o rasques, porque el virus se podría extender a otras áreas, saliéndote nuevas verrugas. Algunos medicamentos de venta sin receta contienen unos ácidos especiales que pueden ayudarte a librarte de las verrugas, pero siempre es mejor consultar a un médico antes de probar uno. Si te salen verrugas en el área genital, ve al médico para que te recomiende el mejor tratamiento para esta parte del cuerpo tan sensible.
Otro tipo de infección vírica similar a las verrugas es la provocada por el molusco contagioso. (¡No es tan mala como sugiere su nombre!) Al igual que las verrugas, se puede transmitir al rascarse y a través del contacto sexual.
Las marcas finas de color blanco, rosado o morado que aparecen en la piel, llamadas
estrías, son bastante habituales entre los jóvenes. Las estrías se forman cuando el tejido que hay debajo de la piel da de sí a consecuencia del crecimiento rápido, por ejemplo durante la pubertad. Las estrías suelen desaparecer por sí solas con el tiempo. Si te preocupan, habla con tu dermatólogo.
Puesto que la piel es el reflejo más visible de lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo, la gente equipara la salud de la piel con la belleza. Pero una piel sana es mucho más que una piel con buen aspecto; es fundamental para la supervivencia. De modo que haz que tu piel esté siempre resplandeciente dedicándole los cuidados adecuados, alimentándote bien y haciendo ejercicio.
Revisado por:
Eliot N. Mostow, MD, MPH

8.11.07

La enfermedad del beso:"Mononucleosis"

Cuando regresó a su casa de un partido de futbol con dolor de cabeza, malestares y dolores extranos por el cuerpo, Andrea pensó que había contraído la influenza que estaba dando vueltas por la escuela. La mañana siguiente, Andrea tenía una fiebre de 103 grados Fahrenheit (39 grados Celsius) y la garganta le dolia como si hubiese tragado carbones encendidos. Peor aún, tenía un cansancio tan grande que apenas podia levantar la cabeza de la almohada. Andrea jamás se había sentido tan mal con un catarro o la influenza.
Después de sacarla de la cama con mucha dificultad, la mamá la llevó al médico donde le hicieron un examen físico y un análisis de sangre. El diagnóstico: mononucleosis. Aunque Andrea había oído a otros muchachos hablar sobre "la enfermedad del beso"; no le había prestado mucha atención. Ahora que ella la tenía, quería respuestas. ¿Qué es esa enfermedad? ¿Qué podía hacer para ponerse bien? Y, lo más importante, ¿cuándo podría volver a la escuela, al futbol y a su vida normal?
¿Qué es la mononucleosis?
La mononucleosis infecciosa, que también se conoce como "mono" o "la enfermedad del beso" es una infección que, por lo general, causa el virus Epstein-Barr (EBV - siglas en inglés). Otros viruses, como el citomegalovirus, causan una enfermedad similar.
El EBV es muy común. Muchas personas se infectan con este virus en algún momento de su vida; pero no todos contraen la mononucleosis por infectarse con este virus. La mayoría de las personas que contraen la enfermedad están entre 15 y 25 años de edad, y por lo general los niños no muestran síntomas de "mono" cuando se infectan con el Virus Epstein-Barr.
Aunque el EBV está clasificado como uno de varios viruses herpéticos, no es uno de los viruses que causan herpes genitales o ulceras de herpes simple. Al igual que otros viruses herpéticos, el EBV permanece en el cuerpo de la persona por el resto su vida una vez que se infecta con él. Aunque puede reaparecer en su saliva de vez en cuando, por lo general los síntomas del virus no se presentan de nuevo.
Los jóvenes frecuentemente bromean acerca de la "mono"; pero como Andrea descubrió, la enfermedad no es nada graciosa. La "mono" puede mantenerte incapacitado por espacio de varias semanas.
¿Cómo se contrae?
Una forma común de contraerla es besando a alquien que esté infectado con este virus, que es lo que le dió el apodo "la enfermedad del beso". El beso íntimo con una persona infectada puede ponerte a un riesgo mayor de contraer la enfermedad si nunca has sido infectado con el Virus de Epstein-Barr.
Tal vez te preguntes, ¿cómo he contraído la enfermedad del beso sin haber besado a alguien? La mononucleosis también se puede contraer por otros medios de contacto directo con la saliva de una persona infectada con el virus, como por ejemplo al compartir un utensilio que uses para beber o comer. Algunas personas que tienen el virus en el cuerpo jamás muestran los síntomas; aunque pueden infectar a otros. De hecho, los expertos creen que el EBV lo propaga frecuentemente la persona portadora del virus, pero que no tiene mononucleosis.
¿Cómo sé si la tengo?
Por lo general, los síntomas comienzan a aparecer entre 4 y 7 semanas después de infectarte con el virus. Los síntomas que puedes tener incluyen:
sentir cansancio todo el tiempo
fiebre
dolor de garganta
inapetencia
inflamación de los nódulos linfáticos (que también se conocen como las glándulas que tenemos en el cuello, en las axilas y en la ingle)
dolores de cabeza
dolores musculares
aumento anormal en el tamaño del hígado y o del bazo
erupción en la piel
dolor abdominal
Las personas que tienen "mono" pueden tener diferentes combinaciones de estos síntomas, y otras pueden tener unos síntomas tan leves que apenas los notan. Otras personas no tienen síntomas.
Si tienes algunos de estos síntomas, no trates autodiagnosticarte. Visita a tu médico si tienes fiebre, dolor de garganta y glándulas inflamadas, o si te sientes cansado sin motivo.
Debido a que estos síntomas son generales y pueden ser síntomas de otras enfermedades, el médico puede confundir la "mono"con una infección de garganta por estreptococo, o otros enfermedades. Es más, a veces los adolescentes tienen "mono" y una infección de garganta por estreptococo simultáneamente. Para ayudar a diagnosticar la enferemedad, el médico ordena análisis de sangre para determinar si la "mono" es la causa de tus síntomas. Aunque los análisis de sangre comprueben que tienes "mono", lo único que el médico te puede sugerir es que tomes mucho líquido y que descanses mucho.


¿Cómo puedo mejorar?
No hay cura para la mononucleosis, pero la mejor noticia es que aunque no hagas nada, el virus desaparece por sí solo, generalmente en 3 ó 4 semanas. Debido a que la "mono" la causa un virus, los antibióticos como la penicilina no ayudan, a menos que haya una infección secundaria como la infección de la garganta por estreptococo. De hecho, ciertos antibióticos pueden causar una erupción en la piel si los tomas cuando tienes mononucleosis.
Aunque no existe una píldora mágica para la "mono", puedes hacer ciertas cosas para sentirte mejor. El mejor tratamiento es descansar mucho, especialmente al comienzo de la enfermedad cuando los síntomas son más agudos. Acuéstate en la cama y olvidate de las escuela, los deportes y la fiesta a la que querías asistir.
Para aliviar la fiebre y los dolores musculares, trata el acetaminofeno (como el Tylenol) o el ibuprofén (como el Advil o Motrin). (No tames aspirina a menos que el médico te diga que la tomes - la aspirina está asociada con una enfermedad grave de niños y adolescentes llamada Sindrome de Reye, que puede resultar en insuficiencia hepática y muerte).
Si te duele la garganta, masca chicle, toma té con miel, o chupa caramelos duros o paletas de helado. Aunque no tengas apetito, trata de comer una dieta bien balanceada y de tomar mucha agua o jugos para evitar deshidratarte. Las bebidas de yogur y frutas frías (smoothies) y los batidos de bajo contendio graso también te nutren y te alivian la garganta.
Cuando empieces a sentirte mejor, tómalo con calma. Aunque podrás regresar a la escuela cuando se te quite la fiebre, todavía sentirás cansancio. Tu cuerpo te indicará cuándo debes descansar; préstale atención. Si te cuidas y descansas cuando lo necesites, volverás pronto a la normalidad, usualmente en unas pocas semanas.
Los médicos también recomiendan evitar los deportes por lo menos un mes después de tener la enfermedad, porque el bazo generalmente se mantiene agrandado mientras estás enfermo. Cuando al bazo se agranda puede desgarrarse fácilmente, causando hemorragias internas, y dolor abdominal, necesitando cirugía de emergencia. No participes en deportes de contacto, en "cheerleading", ni te pongas a jugar de mano o a luchar con tus hermanitos pequeños o amistades hasta que tu médico te lo autorice.
Según te recuperas, asegúrate de no contagiar a tus familiares y amistades. Lo más probable es que no contraigan la enfermedad por tener contacto casual contigo, pero tu puedes tomar medidas para mantenerios libres de gérmenes. Lávate las manos frecuentemente, cúbrete la nariz y la boca cuando estornudes o tosas y no compartas tus bebidas y los utensilios que usas para comer. Esta es una de las ocasiones cuando tus amistades y familiares te agradecerán que seas egoista.
Repaso y actualizacion:
Larissa Hirsch, MD
Bienvenido(a)a mi blog!!! tus comentarios servirán para el crecimiento de este espacio promotor de la salud de nuestras expresiones y relaciones...

La constitución y la pildora del día despues...

¿Que opinan queridos amigos? creen ustedes que estos hombres que se creen con el poder de decidir sobre nuestra intimidad deban prohibirnos el uso de la pildora por sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos? Aún asi sea , es posible tanta desigualdad cuando en nuestra sociedad el sector privado podrá seguir accediendo a ese derecho solo por tener dinero? Y si así fuese como es posible que nuestras mujeres no puedan optar por una mejor vida al planificar mejor su embarazos,disfrutar de su intimidad y no siendo juzgada por nuestros politicos y la Iglesia Católica? Que alguien tire la primera piedra entonces...!