Tanto los tatuajes como las perforaciones en la piel, pueden producir infecciones bacterianas. También se pueden inocular virus como herpes, papiloma y algunos tipos de hongos.
Ya sea por costumbre cultural, religión, moda o por manifestarse de alguna forma, la gente a lo largo de la historia ha perforado su cuerpo logrando agujeros de variados tamaños y le ha dibujado las más diversas figuras. Lo cierto es que en la actualidad, las técnicas de piercing y tatuajes están masificadas, lo que hace que sea algo normal y las personas no se preocupen de los riesgos que pueden traer.
Una perforación de la piel produce una respuesta inflamatoria local inmediata y un sangramiento, que posteriormente puede evolucionar a una cicatriz eutrófica (normal) o una cicatriz hipertrófica o queloide (elevada). Por esto, al momento de pensar en hacerse un piercing "hay que tener en cuenta los antecedentes familiares de queloides y también las condiciones de higiene y asepsia (prevención de infección) en la que se realice la perforación.
De las complicaciones que pueden surgir luego de hacerse un piercing, las principales son las infecciones de la herida o abscesos que afectan al cartílago de la oreja o nariz. También existe la posibilidad que la persona sea alérgica a los metales, se desgarre el tejido si el objeto es muy pesado, y se produzcan cicatrices hipertróficas.
Por otra parte, las perforaciones en la cavidad oral, especialmente en la lengua, "pueden producir deformidad de las encías, alteraciones dentarias y en caso de requerirse una intubación orotraqueal de urgencia, puede llegar a impedirla, lo que tiene un riesgo vital para el paciente.Las infecciones en la lengua pueden irse al interior del organismo causando una infección cardiaca llamada Endocarditis Bacteriana, que es de extrema gravedad.
Una perforación de la piel produce una respuesta inflamatoria local inmediata y un sangramiento, que posteriormente puede evolucionar a una cicatriz eutrófica (normal) o una cicatriz hipertrófica o queloide (elevada). Por esto, al momento de pensar en hacerse un piercing "hay que tener en cuenta los antecedentes familiares de queloides y también las condiciones de higiene y asepsia (prevención de infección) en la que se realice la perforación.
De las complicaciones que pueden surgir luego de hacerse un piercing, las principales son las infecciones de la herida o abscesos que afectan al cartílago de la oreja o nariz. También existe la posibilidad que la persona sea alérgica a los metales, se desgarre el tejido si el objeto es muy pesado, y se produzcan cicatrices hipertróficas.
Por otra parte, las perforaciones en la cavidad oral, especialmente en la lengua, "pueden producir deformidad de las encías, alteraciones dentarias y en caso de requerirse una intubación orotraqueal de urgencia, puede llegar a impedirla, lo que tiene un riesgo vital para el paciente.Las infecciones en la lengua pueden irse al interior del organismo causando una infección cardiaca llamada Endocarditis Bacteriana, que es de extrema gravedad.
En el caso de cualquier infección se deben indicar antibióticos tópicos u orales y, si se produce una cicatriz hipertrófica o queloide, eventualmente puede ser tratada con láser de colorantes o inyecciones de corticoides realizadas por un especialista.
La importancia de evitar complicaciones es porque cualquier infección que empieza en la piel puede expandirse, afectar a tejidos más profundos y luego llegar a la circulación sanguínea, lo que genera una sepsis (infección de la sangre), especialmente en pacientes portadores de inmunodeficiencias, trasplantados o diabéticos.
Además, "si no hay una técnica aséptica, se pueden adquirir virus tales como el de la Hepatitis B, C e, incluso, el VIH al realizar un piercing en cualquier sitio, incluida la ceja u ombligo. En esta última zona no es recomendable perforarse, ya que se han descrito infecciones de las heridas operatorias al realizar una cirugía laparoscópica.
Los tatuajes no escapan de esta realidad, puesto que presentan los mismos riesgos. El tratamiento requerido dependerá del causal de la infección o enfermedad.
Los dibujos se hacen mediante una inyección con aguja, dentro o debajo de la piel, con un pigmento insoluble.Inicialmente se produce una respuesta inflamatoria que se traduce en una descamación de la epidermis y una inflamación del dermis.
La importancia de evitar complicaciones es porque cualquier infección que empieza en la piel puede expandirse, afectar a tejidos más profundos y luego llegar a la circulación sanguínea, lo que genera una sepsis (infección de la sangre), especialmente en pacientes portadores de inmunodeficiencias, trasplantados o diabéticos.
Además, "si no hay una técnica aséptica, se pueden adquirir virus tales como el de la Hepatitis B, C e, incluso, el VIH al realizar un piercing en cualquier sitio, incluida la ceja u ombligo. En esta última zona no es recomendable perforarse, ya que se han descrito infecciones de las heridas operatorias al realizar una cirugía laparoscópica.
Los tatuajes no escapan de esta realidad, puesto que presentan los mismos riesgos. El tratamiento requerido dependerá del causal de la infección o enfermedad.
Los dibujos se hacen mediante una inyección con aguja, dentro o debajo de la piel, con un pigmento insoluble.Inicialmente se produce una respuesta inflamatoria que se traduce en una descamación de la epidermis y una inflamación del dermis.
Al igual que con los piercings, es posible que se produzcan infecciones bacterianas, especialmente por estafilococo o estreptococo. También se pueden inocular virus tales como el herpes, papiloma y algunos tipos de hongos. dermatólogos afirman que "otras reacciones, no infecciosas, que pueden aparecer en la piel son alergias a los colorantes, reacciones granulomatosas (por cuerpo extraño), reacciones liquenoides y psoriasis en la zona del tatuaje".
Para eliminar un tatuaje, la solución es el láser, ya que destruye el pigmento sin dañar la epidermis. "El pigmento del tatuaje absorbe en forma específica la longitud de onda que emite el rayo láser y se destruye siendo luego eliminado de la piel". Este tratamiento requiere de varias sesiones y tiene un alto costo. Por esto, la recomendación del especialista es que "¡en la adolescencia no hay que hacerse nunca un tatuaje!".
En general, el peor error es que en el 50% de los casos ambos procedimientos se realizan en lugares inadecuados, como en el domicilio o en ferias artesanales, sin las más mínimas medidas de asepsia. Estos son los pacientes que mayores complicaciones presentan. El otro error es tatuarse o perforarse en un lugar muy visible como la cara o el dorso de las manos.
A Considerar- Lo ideal es perforarse o tatuarse en un local establecido y acreditado por el Ministerio de Salud, en que se observen medidas de higiene y asepsia, donde se use un antiséptico sobre la piel, un campo estéril y en que el operador sea mayor de edad, y use guantes y mascarilla. Si luego de realizado el procedimiento, hay dolor, signos de infección u otro problema se debe consultar a un médico especialista. Y aunque no hayan complicaciones, nunca olvidar conservar una buena higiene en el lugar manipulado.
Para eliminar un tatuaje, la solución es el láser, ya que destruye el pigmento sin dañar la epidermis. "El pigmento del tatuaje absorbe en forma específica la longitud de onda que emite el rayo láser y se destruye siendo luego eliminado de la piel". Este tratamiento requiere de varias sesiones y tiene un alto costo. Por esto, la recomendación del especialista es que "¡en la adolescencia no hay que hacerse nunca un tatuaje!".
En general, el peor error es que en el 50% de los casos ambos procedimientos se realizan en lugares inadecuados, como en el domicilio o en ferias artesanales, sin las más mínimas medidas de asepsia. Estos son los pacientes que mayores complicaciones presentan. El otro error es tatuarse o perforarse en un lugar muy visible como la cara o el dorso de las manos.
A Considerar- Lo ideal es perforarse o tatuarse en un local establecido y acreditado por el Ministerio de Salud, en que se observen medidas de higiene y asepsia, donde se use un antiséptico sobre la piel, un campo estéril y en que el operador sea mayor de edad, y use guantes y mascarilla. Si luego de realizado el procedimiento, hay dolor, signos de infección u otro problema se debe consultar a un médico especialista. Y aunque no hayan complicaciones, nunca olvidar conservar una buena higiene en el lugar manipulado.
Conozcamos los riesgos y cuidados
No creas que hacerte un piercing o un tatuaje es totalmente inofensivo. Existen ciertos riesgos y consecuencias que como responsables de vuestros propios actos debéis conocer y analizar muy bien antes de dar el paso. En estos casos es prudente evitar prisas o improvisar.
Lo primero que debéis pensar muy bien es que un tatuaje dura toda la vida, no hay marcha atrás, por lo cual debes asegurarte de que realmente lo quieres para siempre. ¡No te puedes arrepentir!
Antes de hacerlo consulta a un especialista para resolver todas tus dudas. Y una vez que lo hayas hecho debes averiguar los cuidados posteriores para evitar infecciones.
Como consumidores debes buscar seguridad y calidad, no exclusivamente el precio más barato (aunque un precio mayor no implica más seguridad). Esto significa que se deben dar condiciones indispensables sanitarias y de higiene: un lugar apropiado, con sala de espera separada de la sala donde realizan la práctica; un equipo de esterilización, que utilicen material desechable (agujas, guantes, contenedores, tintas que no han sido utilizadas por otras personas, etc.). No pueden hacerse en puestos ambulantes.
Tanto el material que se utiliza para el piercing como los colorantes de los tatuajes pueden producir reacciones alérgicas e incluso puede ocurrir que el cuerpo “rechace” estos elementos extraños.
Si no se respetan las condiciones de seguridad e higiene hay riesgo de transmisión de virus o bacterias e infecciones del tipo hepatitis C o VIH/SIDA.
Los piercings pueden ocasionar lesiones en los tejidos o pérdida de sensibilidad en la zona en que se apliquen, por ejemplo perder el sentido del gusto por un pendiente en la lengua.
Si has evaluado los riesgos y aún así decides hacerlo, piensa en el mensaje o símbolo que vas a elegir.
Algunos son obscenos, ofensivos o incluso racistas y discriminatorios, claramente contrarios a los derechos humanos. No sólo te pueden causar problemas en tu entorno, sino que lesionan el derecho de otras personas.
La libertad de expresión es tu derecho pero siempre debe desarrollarse en un marco de tolerancia y respeto a los demás.
No creas que hacerte un piercing o un tatuaje es totalmente inofensivo. Existen ciertos riesgos y consecuencias que como responsables de vuestros propios actos debéis conocer y analizar muy bien antes de dar el paso. En estos casos es prudente evitar prisas o improvisar.
Lo primero que debéis pensar muy bien es que un tatuaje dura toda la vida, no hay marcha atrás, por lo cual debes asegurarte de que realmente lo quieres para siempre. ¡No te puedes arrepentir!
Antes de hacerlo consulta a un especialista para resolver todas tus dudas. Y una vez que lo hayas hecho debes averiguar los cuidados posteriores para evitar infecciones.
Como consumidores debes buscar seguridad y calidad, no exclusivamente el precio más barato (aunque un precio mayor no implica más seguridad). Esto significa que se deben dar condiciones indispensables sanitarias y de higiene: un lugar apropiado, con sala de espera separada de la sala donde realizan la práctica; un equipo de esterilización, que utilicen material desechable (agujas, guantes, contenedores, tintas que no han sido utilizadas por otras personas, etc.). No pueden hacerse en puestos ambulantes.
Tanto el material que se utiliza para el piercing como los colorantes de los tatuajes pueden producir reacciones alérgicas e incluso puede ocurrir que el cuerpo “rechace” estos elementos extraños.
Si no se respetan las condiciones de seguridad e higiene hay riesgo de transmisión de virus o bacterias e infecciones del tipo hepatitis C o VIH/SIDA.
Los piercings pueden ocasionar lesiones en los tejidos o pérdida de sensibilidad en la zona en que se apliquen, por ejemplo perder el sentido del gusto por un pendiente en la lengua.
Si has evaluado los riesgos y aún así decides hacerlo, piensa en el mensaje o símbolo que vas a elegir.
Algunos son obscenos, ofensivos o incluso racistas y discriminatorios, claramente contrarios a los derechos humanos. No sólo te pueden causar problemas en tu entorno, sino que lesionan el derecho de otras personas.
La libertad de expresión es tu derecho pero siempre debe desarrollarse en un marco de tolerancia y respeto a los demás.