4.10.07

Un Asesino silencioso, depresión en Adolescentes

La Historia de Vannessa:

Vanessa se ha estado sintiendo extraña. Sus amigas también lo han notado. Maria se sorprendió cuando Vanessa rechazó su invitación a ir de compras el sábado pasado (siempre le ha gustado ir de compras). En realidad, no había razón para no ir, pero Vanessa simplemente no tenía ganas. En lugar de ir, pasó gran parte del sábado durmiendo.
Pero quedarse en su casa más de lo habitual no es el único cambio en Vanessa. Siempre fue muy buena estudiante, pero en los últimos meses sus notas han bajado de manera notoria y tiene problemas para concentrarse. Incluso ha desaprobado algunos exámenes y aún no ha entregado un ejercicio que debía entregar la semana pasada.
Cuando regresa a su hogar para la cena, después de entrenar, no tiene hambre. Si bien hace el esfuerzo de comer un poco con su familia, no tiene demasiado apetito (y nada pareciera tener tan buen sabor como solía tener). Después de la cena, Vanessa va a su habitación, hace algunas tareas y se acuesta. Ni siquiera tiene ánimo para hablar por teléfono con sus amigas.
Cuando su madre le pregunta qué le pasa, Vanessa siente ganas de llorar pero no sabe por qué. Todo parece estar mal, aunque no ha ocurrido nada malo en particular.Vanessa simplemente se siente triste todo el tiempo y no se puede liberar de ese sentimiento. Vanessa quizá no sea consciente de esto todavía, pero está deprimida.
La depresión es algo muy habitual y afecta a uno de cada ocho adolescentes. La depresión afecta a personas de todos los colores, razas, posición económica y edad; sin embargo, pareciera afectar a más mujeres que hombres durante la adolescencia y la edad adulta.
¿Cómo reaccionan las personas frente a alguien que está deprimido?
A veces, los amigos o familiares pueden advertir que una persona está deprimida. Pueden responder con amor, amabilidad o apoyo, con la esperanza de que la tristeza pase pronto. Pueden ofrecerse para escuchar si es que la persona desea hablar (aunque las personas deprimidas no suelen tener ganas de hablar o no encuentran las palabras para describir qué es lo que les ocurre). Si el sentimiento de depresión no desaparece al poco tiempo, los amigos o las personas queridas pueden animar a la persona a que busque la ayuda de un médico o de un profesional de la salud mental.
Pero no todas las personas perciben la depresión cuando alguien a quien conocen la está sufriendo. Y algunas personas tienen ideas equivocadas de lo que significa estar deprimido. Quienes no comprenden pueden reaccionar frente a la poca energía de la persona deprimida con críticas, regaños por su actitud de dejadez o por no intentar. Algunos creen erróneamente que la depresión no es más que una actitud que la persona puede cambiar o un estado de ánimo del que se puede salir. No es tan sencillo.
Muchas personas simplemente no se dan cuenta de que la depresión puede provocar muchos problemas o mucho dolor. Algunas veces, incluso las personas deprimidas no se toman su enfermedad con la debida seriedad. Algunas personas tienen la errada creencia de que la depresión proviene de la debilidad o que es una falla del carácter. Este mito lleva a algunos a ocultar su depresión. Como sienten vergüenza, pueden llegar a evitar buscar ayuda.
En algunas ocasiones, cuando la depresión provoca síntomas físicos, una persona puede ver a su médico y sentirse aliviada si el examen físico resulta normal. De vez en cuando, hasta un médico bien intencionado puede llegar a menospreciar o incluso subestimar la depresión de una persona y llegar a la conclusión de que nada anda mal cuando los resultados de los exámenes médicos son normales.
¿Por qué se deprimen las personas?
La depresión no tiene una única causa. Son muchos los factores que desempeñan un papel, incluidos la genética, el entorno, el estado de salud, los sucesos de la vida y determinados patrones de pensamiento que afectan las reacciones de las personas frente a los acontecimientos.
Las investigaciones han revelado que la depresión es hereditaria y sugieren que algunas personas heredan genes que los hacen más propensos a la depresión. Pero no toda persona que tiene propensión genética a la depresión se deprime. Y muchas otras que no tienen una historia familiar ligada a la depresión sí la sufren. Por lo tanto, si bien los genes son un factor, no constituyen la única causa de la depresión.
Los acontecimientos de la vida (por ejemplo, la muerte de un familiar cercano o de un amigo) pueden ir más allá del dolor normal y, a veces, llevar a la depresión.
La familia y el entorno social también desempeñan un papel. En algunos adolescentes, una atmósfera familiar negativa, estresante o infeliz puede afectar su autoestima y llevarlos a la depresión.
Condiciones sociales como la pobreza, la falta de hogar y la violencia en la comunidad pueden aumentar las posibilidades de que las personas se depriman.
En algunos adolescentes, los problemas de aprendizaje no diagnosticados pueden impedir un buen desempeño escolar, los cambios hormonales pueden afectar su estado de ánimo, o los problemas de salud pueden resultar un desafío o un revés. Con o sin los genes para la depresión, cualquiera de estos elementos puede preparar el contexto para que una persona se deprima.
El abuso de sustancias adictivas puede provocar cambios químicos en el cerebro que quizás afecten el ánimo (se sabe que el alcohol y algunas drogas tienen efectos depresivos). Las consecuencias negativas, tanto sociales como personales, del abuso de sustancias adictivas también pueden derivar en una profunda desdicha y depresión.
Algunas enfermedades pueden afectar el equilibrio hormonal y, por lo tanto, influir en el estado de ánimo. Algunas afecciones, como el hipotiroidismo, generan un estado anímico depresivo en algunas personas. Cuando estas afecciones son diagnosticadas y tratadas por un médico, la depresión suele desaparecer.
¿Qué ocurre en el cerebro cuando alguien se deprime?
En la depresión, está involucrada la delicada química del cerebro: específicamente, están involucradas unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Estas sustancias químicas contribuyen a la transmisión de mensajes entre las células nerviosas del cerebro.
Algunos neurotransmisores regulan el estado de ánimo. Cuando no están disponibles en las cantidades necesarias, el resultado puede ser la depresión.
La respuesta del cerebro a los acontecimientos estresantes como los mencionados más arriba puede alterar el equilibrio de los neurotransmisores y provocar una depresión.
Algunas veces, una persona puede experimentar una depresión sin poder identificar ningún acontecimiento triste o estresante responsable de ello. Las personas con una predisposición genética a la depresión pueden ser más propensas al desequilibrio en la actividad de los neurotransmisores que forma parte de la depresión.
Los medicamentos que se utilizan para tratar la depresión actúan ayudando a restablecer el equilibrio adecuado de los neurotransmisores.
Tipos de depresión
En algunas personas, la depresión puede ser intensa y manifestarse en forma de ataques que duran semanas. Para otras, la depresión puede ser menos severa, pero persistir de manera no aguda durante años.
Los médicos que tratan la depresión hacen una distinción entre estas dos formas: la más severa y de menor duración se diagnostica como depresión mayor, y la de mayor duración pero menos severa, como distimia.
Una tercera forma de depresión que puede llegar a diagnosticarse es el trastorno adaptativo con ánimo depresivo. Alude a una reacción depresiva ante un acontecimiento específico de la vida (como una muerte, un divorcio u otra pérdida), cuando la adaptación a la pérdida toma más tiempo del que normalmente se espera o cuando es más severa de lo esperado e interfiere en las actividades diarias de la persona.
El trastorno bipolar (a veces, también denominado "enfermedad maníaco depresiva") es otra afección depresiva que involucra períodos de depresión mayor combinados con períodos de manía. Manía es el término utilizado para describir un ánimo exaltado y explosiones exageradas de energía y actividad poco usuales.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Éstos son algunos de los síntomas que las personas manifiestan cuando están deprimidas:
estado de ánimo deprimido o tristeza la mayor parte del tiempo (para lo que no parecería haber motivos)
falta de energía y sensación de cansancio permanente
incapacidad para disfrutar de cosas que antes provocaban placer
desinterés por estar con amigos y familiares
irritabilidad, enojo o ansiedad
incapacidad para concentrarse
pérdida o aumento considerable de peso
cambios considerables en los patrones de sueño (incapacidad para dormirse, permanecer despierto o levantarse por la mañana)
sentimientos de culpa o de inutilidad
achaques (aunque físicamente todo esté bien)
pesimismo e indiferencia (no darle importancia a nada ni en el presente ni a futuro)
pensamientos de muerte o suicidio
Cuando alguien tiene cinco o más de estos síntomas la mayor parte del tiempo durante dos o más semanas, esa persona probablemente está deprimida. A veces, las personas atraviesan ataques en los que estos síntomas son realmente intensos; otras veces, estos mismos sentimientos pueden estar presentes a una menor escala todo el tiempo durante años. Algunas personas sólo tienen un episodio depresivo, o pueden llegar a tener más de uno después de haberse sentido mejor por un tiempo. Cuando una persona tuvo más de un ataque de depresión severa, un médico le diagnosticará un trastorno depresivo mayor.
Los adolescentes que están deprimidos también pueden manifestar otras señales de advertencia o síntomas. Pueden aumentar sus problemas escolares debido a inasistencias, falta de interés o motivación, o concentración deficiente y baja energía mental a causa de la depresión. Algunos adolescentes directamente abandonan la escuela, ya que suponen que van a fracasar a causa de sus problemas.
Para los adolescentes deprimidos que ya de por sí son autocríticos y sufren de baja autoestima, un fracaso escolar puede llegar a ser algo intolerable. Quizá no se den cuenta de que la depresión les está causando problemas de concentración y sus pensamientos negativos probablemente los están llevando a suponer erróneamente que son tontos. También puede llegar a expresar sus sentimientos de ira o indiferencia bebiendo o consumiendo drogas.
Algunos adolescentes con depresión también tienen otros problemas que pueden intensificar sus sentimientos de inutilidad o sufrimiento. Los adolescentes que se cortan a sí mismos, los que tienen marcados sentimientos de fealdad y los que sufren trastornos de la alimentación pueden llegar a estar sufriendo una depresión no reconocida que requiere atención.
Toda persona tiene fluctuaciones del estado anímico y la tristeza ocasional es una emoción normal. Las tensiones normales de la vida pueden llevar a los adolescentes a sentirse tristes de vez en cuando. Eventos como una discusión con un amigo, una separación, un mal resultado en un examen, no ser elegidos en un deporte, la mudanza de un amigo fuera de la ciudad o la muerte de un ser querido pueden derivar en sentimientos de tristeza, dolor, desilusión o aflicción. Estas reacciones suelen ser breves y desaparecen con el tiempo y el afecto.
En cambio, la depresión es algo más que sentirse melancólico, triste o de mal humor de tanto en tanto. La depresión es un estado de ánimo intenso que involucra tristeza, desánimo, desesperanza o desesperación; que dura semanas, meses o incluso más, y que afecta la capacidad de la persona de realizar sus actividades habituales.
La depresión afecta los pensamientos, la perspectiva y el comportamiento de la persona, así como su estado de ánimo. Además del sentimiento de depresión, la persona deprimida también puede sufrir otros síntomas, como cansancio, irritabilidad y cambios en el apetito.
Cuando una persona sufre de depresión, el mundo parece sombrío, y los pensamientos de esa persona reflejan la desesperación y el desamparo que siente. Las personas con depresión tienden a manifestar pensamientos negativos y autocríticos. Algunas veces, más allá de su valor real, las personas con depresión pueden sentirse inútiles y no queridas.
La depresión puede nublarlo todo y hacer que hasta los pequeños problemas parezcan abrumadores. Las personas deprimidas son incapaces de ver un futuro brillante y se sienten sin fuerzas para cambiar las cosas para mejor. Pueden sentir deseos de darse por vencidos. Pueden llorar por cosas sin importancia o incluso sin ninguna razón.
A causa de sus profundos sentimientos de tristeza y de su poca energía, las personas con depresión a veces se alejan de las personas que los rodean o de las actividades que alguna vez disfrutaron. Esto sólo hace que se sientan más solos y aislados, lo cual empeora la depresión.
La depresión puede ser leve o severa. En el peor de los casos, la depresión puede generar sentimientos de desesperación tan profundos que la persona piensa en el suicidio.
La depresión también puede provocar síntomas físicos. Cuando están deprimidas, algunas personas sienten malestar estomacal, falta de apetito, aumento o pérdida de peso, dolores de cabeza y problemas para dormir.
Conseguir ayuda
La depresión es uno de los problemas emocionales más habituales. La buena noticia es que también es una de las afecciones más curables. Hay profesionales que pueden ayudar. De hecho, aproximadamente el 80% de las personas que reciben ayuda por su depresión tienen una mejor calidad de vida: se desenvuelven mejor y disfrutan de una manera que antes les resultaba imposible.
El tratamiento de la depresión puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambas.
La psicoterapia con un profesional de la salud mental es muy efectiva a la hora de tratar la depresión. Las sesiones de terapia ayudan a las personas a comprender la depresión y qué es lo que pueden hacer al respecto.
Algunas veces, a la persona con depresión se le pueden recetar medicamentos. Cuando un médico recete un medicamento, controlará cuidadosamente que la persona tome la dosis adecuada. El médico adaptará la dosis según sea necesario. Los medicamentos pueden tardar algunas semanas en hacer efecto. Debido a que el cerebro de cada persona es diferente, lo que funciona para una persona puede no ser bueno para otra.
Las personas con depresión no deben esperar con la esperanza de que todo pase por sí solo, porque la depresión puede ser tratada con muy buenos resultados. Los amigos u otras personas deben intervenir si alguien parece estar sufriendo una depresión severa y no está recibiendo ayuda. Muchos adolescentes sienten que sincerarse con sus padres u otros adultos con los que tienen confianza puede ayudar. Decir sencillamente "He estado sintiéndome realmente mal este último tiempo y creo que estoy deprimido" puede ser una buena manera de iniciar el diálogo. Pídele a tu padre que concierte una entrevista con un terapeuta.
Quienes se encuentran muy deprimidos y quizás estén pensando en herirse a sí mismos o en el suicidio deben recibir ayuda cuanto antes. Cuando la depresión es tan severa, se trata de una verdadera emergencia médica y debe notificarse a un adulto. La mayoría de las comunidades tienen líneas telefónicas de asistencia al suicida en que las personas pueden obtener guía y apoyo en una emergencia.
Si bien es importante brindarle apoyo a un amigo o una amiga, intentar levantarle el ánimo o razonar con él o ella, es probable que eso no funcione a la hora de ayudar a que los sentimientos suicidas o la depresión desaparezcan. La depresión puede llegar a ser tan fuerte que supere la capacidad de la persona de hacer uso de la razón. Aun si tu amigo te ha pedido que prometas no contárselo a nadie, ésta es una situación en la que contarlo puede salvar una vida. Lo más importante que puede hacer una persona con depresión es obtener el tratamiento adecuado.
La depresión (y el sufrimiento que acompaña a la depresión) es real. La depresión no implica que la persona esté "loca". Así como algo puede funcionar mal en otros órganos del cuerpo, también puede funcionar mal en el órgano más importante de todos: el cerebro. Afortunadamente, la mayoría de los adolescentes que obtienen ayuda para su depresión logran llevar adelante una adolescencia y una adultez feliz y satisfactoria; lo que más importante, pueden disfrutar de la vida y sentirse mejor con respecto a sí mismos.
extractos de D'Arcy Lyness, PhD

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola yo soy 1 joben de 14 anños y tengo deprecion clinica i e inteneado suicidarme me an tenido hasta con sondas para sobrevivir y buscar hasi me hase bueno pues me informo i ocupo mi mente mi correo es marcelafernandezporras@hotmail.com x si me quiern agregar chao gracias

Bienvenido(a)a mi blog!!! tus comentarios servirán para el crecimiento de este espacio promotor de la salud de nuestras expresiones y relaciones...

La constitución y la pildora del día despues...

¿Que opinan queridos amigos? creen ustedes que estos hombres que se creen con el poder de decidir sobre nuestra intimidad deban prohibirnos el uso de la pildora por sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos? Aún asi sea , es posible tanta desigualdad cuando en nuestra sociedad el sector privado podrá seguir accediendo a ese derecho solo por tener dinero? Y si así fuese como es posible que nuestras mujeres no puedan optar por una mejor vida al planificar mejor su embarazos,disfrutar de su intimidad y no siendo juzgada por nuestros politicos y la Iglesia Católica? Que alguien tire la primera piedra entonces...!